Let's compare scars

Qué bonita la calma del atardecer, viendo en el suelo de mi celda el reflejo de tus rejas, sus sombras alargadas, como si fueran a morderme. Y el agua goteando.
Y qué bonito oírte respirar, formando un silencio más. Que sólo estamos a unos metros, presos los dos sin poder abrazarnos. Pero cerca.
 Una vez llamé al futuro y no lo cogió nadie, pero tú estás aquí… Y puedo verte a medias, y te oigo pestañear, y juego a entenderte desde aquí.
Y qué bonito el sol escurriéndose en tu pelo, bañando tu espalda. ¡Qué incertidumbre! Que te vas a volver loco, antes de que  yo pueda salir.
Que yo jamás vi a nadie romper sus rejas, y sí vi corazones en fosas. Pero nosotros podemos ser los primeros en liberarnos de ellas. Y salir, y tocarte las manos. Y no dormir más sobre espinas. Y sacudirnos los escalofríos. Inventarnos asfalto, de tu celda a mi celda. Y viceversa. Y con las ruinas de dos mundos, hacer otro. Y quemar los finales repetidos. Y respirar locura.
Y una guitarra, y mis ojos buscando los tuyos, con la sombra de las rejas, y las paredes sobre mí, y el olor de las hojas de los libros, y la muerte en una esquina, que esto solo se ve a medias, y la ventana cerrada, que huele a tortura, y mientras oigo a gente anunciar felicidad, voy a chocarme contra todo, con tal de salir. Voy a echar a correr descalza, a ver si me encuentro a mí sin ti, y que venga la tormenta…
Tierra llamando a las estrellas. Sal de ahí.