Under my skin.

Me miro al espejo y me rindo al temor, pensando que me he convertido en alguien a quien odio.
Podría describir durante horas todas y cada una de las emociones que mueren ahogadas por la rutina, y el camino fácil de no pensar.
  
A veces, cuando todo queda en silencio, lo oigo; un mero recordatorio de lo que siento continuamente y trato de ignorar. El eco de lo que un día fueron gritos, anunciando una nueva batalla. Ninguna pasa jamás desapercibida, pues cada cual es más sangrienta y dolorosa que la anterior.
  
Ignorar batallas y gritos: morir por dentro. Un alto precio a pagar solo para vivir una mentira.
Sobran las palabras, pues no importa dónde esté, ni con quién. Tarde o temprano, llega esa lágrima. O una patada a cualquier cosa. A veces, un simple gesto: mirar al cielo, morderme el labio, apretar los puños... El detonante que destroza todo, como un punto final.
   
Ocurre a veces, cuando ya no puedo más. Nadie suele percatarse, pero yo empiezo a arder. Nada más, pues tal espectáculo queda siempre en secreto, convertido al final en otra cicatriz.
Y por suerte o por desgracia, nadie puede despojarse de su piel.
     
Por eso la gente no cambia, porque sus cicatrices jamás desaparecen. Así es como los demás te ven: es divertido juzgar, pisar; joder un interior por su apariencia, por las extrañas marcas de su piel.
Vuelvo a mirarme al espejo. Cierro los ojos y pienso que lejos de este caos tal vez haya alguien capaz de observar mis cicatrices sin espanto. Leerlas, buscar su origen y calmarme. Así dos almas se hacen una, acariciándose mientras esbozan una leve sonrisa.
Alguien que sentencie conmigo nuestro propio final. Demasiado fuego en un bello desequilibrio, inundando dos cuerpos desprevenidos, en un último espectáculo capaz sin duda de emocionar.
Y así, nos miraremos al espejo y no veremos nada. Cuando la luz de tantas promesas, llamas y tormentas, nos haya cegado, estaremos cogidos de la mano. Sin odio ni temor, en nuestra propia tumba. Juntos.   
             
Porque será alguien que sepa que no soy solo cicatrices.
   

-Murder-