Hoy, me han dicho que estar sola tal vez no sea una coincidencia.
Pero no puedo evitar pensar que no tengo nada, ni siquiera un corazón que valga la pena. Demasiado débil, pues es el primero en ahogarse y retorcerse, en sangrar ante tus cuchillas. Es el primero que duda al dividirse, egoísta por pura seguridad, es el primero que se da cuenta de que tu recuerdo vuelve a colarse en la habitación. Demasiados pecados, y demasiados errores. El único incapaz de escaparse del mundo, superficial, vacío de sentimientos, con acuerdos en lugar de relaciones, y pura conveniencia como ejemplo a seguir.
Alaridos que mueren ahogados en algún lugar de mis entrañas, sin más oídos que los míos capaces de escuchar…
Sigo luchando porque aún puedo sentir cuando alguien está mal. Aún puedo quedarme horas mirando la lluvia. Y una simple hoja arrastrada por el viento, para mí puede ser un bello espectáculo digno de ver. Sigo grabando en mi cabeza imágenes y escenas para recordar, y si cierro los ojos, todavía puedo perderme. Me siento como una niña asustada, en un mundo de locos, sigo arrastrando libros allá donde voy. No puedo salir de casa sin mis cascos, aún me distraigo con facilidad, como mucho chocolate, me corto el pelo y siempre me queda mal, y no han desaparecido mis incalculables vicios. Me gusta hacer días especiales de fechas en blanco, sigue sin importarme demasiado lo que la gente piense, y aún puedo emocionarme con una mirada llena, de las que esconden un mundo, o con una canción…
En mi camino, en una calle vacía, guiada a veces solo por instinto. Pero seguiré, con mi sombra como acompañante si es verdad que al final todo el mundo muere solo. Podéis seguir fingiendo que tenéis gente que inunda vuestro vacío.
Yo ya me he encontrado.
-Murder-
