Él.

Noto esas ganas inmensas de transportarme hacia el interior de su sonido, de envolverme en el leve martilleo de sus teclas, de transmitirme todo lo que lleva dentro. Y, ¿sabes una cosa? Siempre lo consigue… Lo hace de una forma tan especial que me roza el corazón... un remolino de notas y sentimientos, sonidos que expresan mucho más de lo que jamás podré explicar yo aquí.
Él es discreto, no todos los oídos podrían escucharle, ni todos los corazones sentirle. Pero yo le entiendo, yo le siento. Él sabe que le escucho, siempre le escucho. Si me ha rozado el corazón desde la introducción, ninguna otra voz podrá hacer que pierda el hilo de su melodía.
-Dreamer-