Nautilus

Me preguntaba si para desaparecer bastaría con desearlo. Entonces todos os quedabais callados, los gritos de antes desaparecían entre la espuma de mar, y os quedabais quietos, juro que no os movíais, ni si quiera un parpadeo, una respiración, y entonces yo pensaba que era cierto que todo el mundo tiene un hogar. ¡Yo tengo que luchar contra monstruos submarinos!